Un grupo de artistas jóvenes pero que dan pruebas de gran talento, dan un concierto en Viena la semana que Viene. De esto y de muchas cosas más, todas interesantísimas, hablamos en el Zona de Descarga de esta semana.
24 de Septiembre.- Una de las cosas por las que tengo que agradecerle al destino haberme traido aquí es por la ópera, de la cual disfruto mucho desde que vivo en Austria. Creo firmemente que, si hubiera continuado viviendo en Madrid, hubiera tenido muchas menos oportunidades para estar en contacto con un fenómeno cultural que, si necesita algo, es constancia para apreciar sus múltiples matices.
La ópera es un lenguaje que hay que aprender a apreciar y a paladear con tiempo. Sería comparable, por ejemplo, al cine mudo. Uno tiene que sumergirse en la ópera como se sumerge en una región de la cultura que tiene sus propias reglas, uno tiene que aprender a dejar atrás lo que ha conocido antes y a dejarse llevar. Tiene que formar su propio gusto y, aunque yo en Madrid había aprendido algo de canto es cierto también que por algo Viena es la capital de la música clásica y que en ningún lugar como en esta ciudad, a medio camino entre la modernidad y el pasado, uno puede paladear una ópera de Strauss, o bajar un poco de revoluciones y entregarse a ese placer culpable que es la opereta y cantar mientras se enjabona por las mañanas lo de Dein ist mein ganzes Herz (o sea, tuyo es mi corazón entero) o preguntarse si en Tirol, se regalan flores para cortejar a la persona amada, y disfrutar, al mismo tiempo, pensando en la orquesta emprendiendo un recitativo de esos que te ponen el corazón en ese estado de ardor que uno pensaba que había dejado atrás en la adolescencia.
Una manera de empezar a interesarse por la ópera y empezar a paladearla puede ser la que hoy traigo hasta Viena Directo en esta edición de Zona de Descarga que dejo hoy a mis lectores. He estado hablando con Nina Eisterer, una cantante de ópera jovencísima pero ya muy prometedora que tiene el corazón partido entre España y Austria. Nina y un solvente grupo de cantantes de diferentes nacionalidades (se pueden ver en las fotos) va a dar un concierto en Viena el próximo día treinta, bajo el título de Classic Concerts (Aquí, el evento de Facebook).
Será en el Salón de Actos de la oficina del distrito 15 (Bezirksamt) que está en la Gassgasse número 8. Por cierto que la entrada está en la Rosinagasse (también, por cierto, un nombre muy operístico). El concierto empieza a las siete y durará sobre una hora y media. La entrada es gratuita, aunque, como los chicos están empezando, aquel que quiera aportar “la voluntad” será recompensado por los dioses de la música con un premio gordo de la primitiva. Yo puedo decir lo que he escuchado en los ensayos, y es que tiene una pinta fenomenal. Para que mis lectores también se convenzan también, durante la conversación con Nina he dejado algunos fragmentos que, si bien por la calidad de la grabación no suenan como pistas de un cedé de la Deutsche Gramophon, sí que dan una idea del talento de los artistas de los que nos ocupamos.
Así pues ¡A disfrutar! Y nos vemos el martes.
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