Viena, ciudad romántica

Candado de amorVivimos en una ciudad que pasa por ser una de las más románticas del mundo pero ¿Puede lo romántico ser lo contrario del auténtico amor?

22 de Octubre.- Querida Ainara (*) : a pesar de vivir en la que pasa por ser una de las ciudades más románticas del planeta, una de las que parece ser que se muestran más propicias para el amor, tengo que reconocer que, quizá por la eficacia germánica que se me ha despertado desde que vivo aquí, tengo con el concepto “romanticismo” (aquí en Viena y en el mundo en general) una relación ambivalente.

Quizá, lo primero que habría que explicar es que “el romanticismo”, “lo romántico” es, en parte, ajeno a nuestro legítimo tronco cultural y nace, quizá, de un malentendido que se podría resumir así: en el siglo XIX, como reacción a los fríos y racionales matrimonios acordados entre los padres por razones testamentarias –matrimonios, sobre todo en las clases acomodadas, en los que, particularmente las novias, tenían muy poco que decir- se acuñó el clisé cultural de los que se dejaban llevar, como Mary Shelley y Lord Byron, por los sentimientos.

Así, a los que ponían lo visceral por encima de las conveniencias y vivían una vida un poco por debajo de lo que, más tarde, sería por ejemplo, el desmelenamiento del expresionisto alemán, se les conoció como “románticos” y, andando el tiempo, sobre todo a partir del auge de cierta cultura pop –auge que empezó después de la primera guerra mundial, cuando la industria norteamericana del cine colonizó los mercados de todo el planeta- lo romántico, que no era más que la versión en calderilla y “for the poors” de los rituales europeos de cortejo, aterrizó en el viejo continente.

Tengo que reconocerte que a mí, la mera mención del adjetivo “romántico” en según qué contextos, hace que me salgan ronchas. O quizá es que, para mí, ese “romanticismo” tiene que ver poco con el amor auténtico y mucho con un concepto bastante machista de las relaciones, en el que el hombre es ese bruto que necesita demostrarle a la hembra de la especie que es algo más que un follarín de la pradera que no la va a dejar tirada cuando nazcan las crías y ella, entretanto, se deja querer mientras evalúa, a la luz titilante de las velas, lo que sacará a cambio en términos de dinero y posición social.

A mí, francamente, me parece que el romanticismo radica, por ejemplo, en ese misterioso punto de complicidad que se alcanza con alguien con el que puedes estar toda una tarde sin hablar, porque te basta una mirada para que sepas lo que le hace falta. Romántico es que, aunque estéis rodeados de gente, o en medio de una fiesta, tú sientas que hay un hilo que os une, que cruza un salón, o las habitaciones de una casa o un continente entero, y que nadie más lo ve. Romántico, para mí, es reire juntos –y eso se puede hacer en un restaurante de la costa azul, en una playa del Pacífico o comiéndose un bocata de chistorra– y romántico es hacer algo por la persona que quieres que esa persona no espere, y que no tiene que ser, necesariamente, regalarle un anillo de brillantes. Es más: en determinados casos, regalarle a alguien un anillo de brillantes puede ser lo menos romántico del mundo.

Todas estas cosas se pueden hacer en Viena –y hay miles de parejas que las hacen todos los días, gracias a Dios- pero, a estos efectos, también se puede ser perfectamente romántico en Matalascañas o en Motilla del Palancar –y estoy convencido de que, aunque Motilla del Palancar no pueda beneficiarse de la dosis extra de glamour que supone que la riegue el Danubio, serán las parejas románticas entre sí lo mismo.

Cuando estás con alguien a quien quieres, cualquier parte del mundo, Ainara, puede ser un edén.

(Pensándolo bien, creo que soy más curs…Digoooo, más romántico de lo que creía).

Besos de tu tío.

(*) Ainara es la sobrina del autor

 

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Comentarios

5 respuestas a «Viena, ciudad romántica»

  1. Avatar de Sandra
    Sandra

    Romántico es cuando no hacen falta demostraciones de amor porque el alma sabe que ni la fuerza de mil huracanes acaba con lo que quiere el corazón.Eso y un día de senderismo con el amado cuando no te apetece ni que te roce una hoja,a eso le llamo yo valor romanticón 😉

  2. Avatar de Uno que comparte vocación
    Uno que comparte vocación

    Supongo que tu afirmación, estimado colega, es una figura retórica, en concreto una metáfora, pero una metáfora impura. Vincular la palabra «romanticismo» con Matalascañas o Motilla del Palancar me recuerda a la épica rural de Faulkner. Jajajajaja. ¿Podríamos situar la historia de Romeo y Julieta en Peñaranda de Bracamonte? Jajajaja. Podríamos hacerlo, pero no sería lo mismo; a no ser, claro está, que pensáramos que Montescos y Capuletos viven en Puerto Hurraco y se apellidan Izquierdo y Cabanillas: si las comparaciones son odiosas, en este caso alcanzan lo abominable. Jajajajaja. Siempre he pensado que en cada palabra se esconde algo más que un mero significado, una estructura en la que las vocales son un sonido condensado al que se contrapone la limitación de las consonantes. Aun así, somos capaces de crear una armonía lingüística con la que recorremos todo un texto al tiempo que asumimos desafíos. Sin embargo, Herr Bernal, cada palabra encierra un simbolismo fonológico en el que encontramos que cada sonido ya tiene un valor en sí: ¡la palabra tiene otro sonido (significado), cobra otro valor!
    Viena y romanticismo son sinónimos, y no me refiero a la ternura que rezuma la música de Schubert. Por el contrario, estimado colega, otros lugares son lo que son, territorios coronados por un dintel en el que está labrada la frase de Dante: «¡Oh, vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!». Sea como sea, estimado colega, me alegro de tu edén y deseo que Ainara encuentre el suyo: si lee tus cartas, lo encontrará.
    Wir sehen uns.
    Servus!

  3. Avatar de Sandra
    Sandra

    Romanticismo es no necesitar ninguna prueba de amor porque sabes que ni mil huracanes pueden arrebatarle los sentimientos al corazón.Y también tirarse al monte (cuando no quieres ver ni una hoja) nieve,truene o relampaguee sólo porque ese mismo corazón sabe que el motivo de su fuerte latido adora que le acompañes,aunque esto último sea más bien valor romántico 😉

  4. Avatar de sandra vargas

    Gracias por el articulo, definitivamente tendre que ir a esta ciudad en unos anios jajaja

    Sandra Vargas
    http://elamorydesamor.com/

  5. Avatar de Maria Fernanda

    La verdad es un lugar increíble, yo estube el año pasado allá y pasé un tiempo con mi pareja incríble, nunca me podría arrepentir la verdad, es algo que toda pareja debe hacer, les recomiendo el centro, tiene unos lugares que jamás olvidarás.

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