Por la gracia de Bergoglio: del Vaticano a Viena

Y vio Dios que era buenoPronto hará un año que el argentino Jorge Bergoglio dejó de ser cardenal y se convirtió en obispo de Roma. Los cambios acaecidos desde entonces también han llegado a Viena.

2 de Marzo.- Pronto va a hacer un año de la elección del papa Paquirri (como se le conoce cariñosamente en este blog). Concretamente, el 13 de Enero del año 2013, a las 19:06, el cardenal Bergoglio pasó a ser el Obispo de Roma, como a él le gusta definirse. En estos 352 días de pontificado, Bergoglio ha hecho muchas cosas que su predecesor no se atrevió, o no pudo, hacer.

El ecuador de la feligresía

Quizá, la modernización en la Iglesia no haya sido tan espectacular  como muchos hubiesen querido, pero lo cierto es que, hoy por hoy, nadie puede negar que la elección del argentino ha supuesto un cambio decisivo de orientación que ha empezado por la propia figura papal y que ha ido “destiñendo” de la sede petrina hacia abajo. Naturalmene, Bergoglio ha pisado muchos callos por el camino (la curia más afín al Opus Dei y otras organizaciones del mismo jaez, que ha hecho durante estos años mangas y capirotes, aferrada al recuerdo del ultraconservador Juan Pablo II y de su sucesor, se la tiene jurada) pero se puede decir que el fiel medio (por lo menos los que quedan) ve los cambios con curiosidad e incluso con algún alivio.

Bergoglio es hombre inteligente y creo que, mucho antes de ser elegido Papa, se había dado cuenta de que, por lo menos en Europa, ni los propios católicos viven de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia en temas de los que la propia Iglesia, perdida la partida en casi todo lo demás (el campo científico, las masas obreras) había hecho su caballo de batalla pongamos desde el fin de la segunda guerra mundial. En los últimos cincuenta años, los pastores habían intentado mantener su influencia en el único campo que les quedaba: el espacio delimitado por las ingles de la feligresía. El tiempo les ha dado la razón a los que vaticinaban que semejante intento era una batalla perdida. La castidad prematrimonial dejó de ser debatida en serio cuando yo era un niño y de la virginidad no hablemos. El divorcio es hoy en día una cosa normalísima que a nadie escandaliza y hoy en día, gracias a Dios, ninguna persona normal echaría a su hijo de casa por ser homosexual, ni a su hija porque le viniera con una novia (faltaría más).

Y todas estas cosas no las digo yo. Con vistas al futuro sínodo sobre la familia, el Papa Bergoglio hizo pasar una encuesta en todas las diócesis, en cuyos resultados ha quedado reflejado todo esto.

La onda expansiva de los cambios llega a Austria

Semejante cambio de paradigma (un auténtico giro copernicano) tenía que tener y, de hecho, está teniendo, consecuencias en otros campos, como la política, particularmente en países en donde la Iglesia católica continúa teniendo alguna influencia.

Austria es uno de esos países y es el ÖVP, Partido Popular Austriaco, de cuyo espinazo ideológico han sido desde siempre las quisicosas del Vaticano uno de los ingredientes primordiales, la fuerza política más tocada por la división entre diplodocus y modernos ante la que Bergoglio ha puesto ya a la grey católica.

En Austria, los guardianes de las esencias del ÖVP pasan por ser las asociaciones de agricultores, conocidas como Bauernbünde. Son organizaciones cuya tradición se remonta ya al siglo pasado (cuando hablábamos del canciller filofascista Dolfuss ya las mencionamos de refilón) y se da por descontado que todos sus miembros son católicos militantes y de ideología muy conservadora. El actual Ministro de Agricultura austriaco, Sr. Rupprechter, procede de este entorno (de hecho, su nombramiento se vio como un triunfo del sector más conservador de su partido). Rupprechter es católico observante e, incluso, juró su cargo utilizando la fórmula “vor dem heiligen Herzen, Jesu Christi” (ante el sagrado corazón de Jesucristo).

El sábado pasado, sin embargo, concedió una entrevista al rotativo vienés Der Standard, en donde se mostraba partidario (muy en contra de la opinión de su partido, que sigue la línea vaticana) de conceder la adopción a los matrimonios formados de personas del mismo sexo. Muy a regañadientes, el ÖVP ha tenido que acatar sendas sentencias del Tribunal Europeo competente en las que se concedía la adopción a una cónyuge del hijo biológico de la otra, pero hasta hoy, que alguien tan prominente como un ministro, y procedente del medio del que Rupprechter procede, se manifestara a favor de algo que una parte muy respetable de la sociedad vería sin escándalo ninguno, es algo nuevo. Una grieta más en la ya agrietada fachada de unanimidad del ÖVP. Una grieta más en la ya de por sí agrietada fachada de la unanimidad de la Iglesia.

Zona de Descarga guapa) Kopie

¿Por qué los hombres vieneses dejan pasar a las chicas guapas por las puertas? Si quieres saber la respuesta a esta y otras preguntas y, además, quieres conocer las impresiones que la española Bárbara Náter tiene sobre la asistencia sanitaria en Austria, no te quedes sin escuchar el Zona de Descarga de esta semana !Que no te lo cuenten!


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2 respuestas a «Por la gracia de Bergoglio: del Vaticano a Viena»

  1. […] tendencia es a la bajada de los matrimonios. Natural: lo decía yo el otro día: a pesar de ser Austria un país mayoritariamente católico, son pocos los… La gente piensa que deshacer un matrimonio es más difícil que deshacer una pareja y, como la […]

  2. […] primero, fue el Ministro de Agricultura de EPR (ya informábamos de ello aquí) el cual se posicionó a favor de la igualdad de derechos de las familias gays y el fin de la […]

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