Tanque de la II Guerra Mundial

Tres bombas en Austria en un día

Tanque de la II Guerra MundialYa llega la primavera, y con ella las obras y, ya se sabe, cuando uno se pone a cavar, a veces encuentra cosas que quizá estaban mejor enterradas.

7 de Abril.- Hay días en que merecería la pena no haberse levantado. Es lo que han debido de pensar los servicios de desactivación de explosivos del Ejército de Esta Pequeña (y Próspera) República, los cuales han tenido que actuar tres veces tres durante el día de hoy.

Una bomba en Viena

¿Ha sido por culpa de Al Quaeda? No, ni Dios lo quiera nunca. Es más: es muy probable que los fabricantes de las bombas estén criando malvas desde hace muchos años, porque se ha tratado de tres chismes de la Segunda Guerra Mundial que, defectuosos, no explotaron en su momento. Antes de explicar lo que ha sucedido, añado que este es un mal relativamente frecuente. De vez en cuando, aparecen semejantes reliquias y las hay que explotan sin que nadie sepa dónde estaban. Estas bombas cuentan con unos mecanismos de detonación que se activan al ponerse en contacto dos sustancias que se encuentran separadas en sendas ampollas de metal. Después de casi ochenta años, la corrosión deshace las cápsulas, las sustancias entran en contacto y ¡Patabum! Como sucedió hace dos veranos con un artefacto de estos que una fortaleza volante americana había depositado en el fondo del Danubio, para colmo en lo que, actualmente, es una zona de baño. Quiso Dios que no hubiera ningún cristiano cerca, que si no, hubiera abandonado este valle de lágrimas en menos que se tarda en decir Amén.

Primer artefacto: Viena, Florisdorf. Zona concurridísima de esta capital. A las ocho de la mañana, unos trabajadores de una obra que hay cerca de la concurrida estación viení, a la altura del número 28 de la Ruthnergasse, se encuentran un pepino de semejantes dimensiones. Naturalmente, llaman a la policía que procede no solo a la evacuación de la zona, sino también a la evacuación de las casas de pisos circundantes. También los terrenos de una asociación de pequeños huertos (Kleingartenverein, algún día tengo que explicar esto, que tiene su miga y su gracia) en donde había muchas personas que, en aquellos momentos, debían estar regando sus nabos (u otras hortalizas). Para evitar males mayores –defunciones- también se cortaron las líneas S1,S3 y S7 de la red de cercanías. Como pueden imaginarse mis lectores esto, en plena hora punta, tuvo sus consecuencias y han debido de ser muchos los conductores que han jurado en sánscrito a cuenta de la bomba, los aliados, y la madre que los puso en este mundo.

Dos horas después, sin embargo, y sin tener que lamentar más que el susto, la bomba estaba desactivada y el peligro conjurado.

Otra bomba en Graz

Pero no habían terminado los desactivadores su trabajo, porque en Graz, a eso de las diez, obreros que estaban haciendo la cimentación de un futuro edificio de viviendas se toparon con otro chisme, esta vez de fabricación inglesa. Se cree que la bomba en cuestión fue lanzada para destruir la estación de la ciudad durante la guerra –estas cosas suelen encontrarse cerca de antiguos nodos de transporte y zonas industriales-; de nuevo el numerito del corte de calles, metro y evacuación. Se da la circunstancia de que hace tres años se encontró una bomba de 250 kilates también en las cercanías de la estación ferroviaria de Graz y, como no hubo manera de desactivarla, los artificieros la tuvieron que detonar, con los consiguientes daños materiales.

Y, como no hay dos sin tres, también se ha encontrado en la paradisiaca zona de la Wachau, concretamente en el término municipal de Spitz an der Donau, una bomba de 100 kilos, esta vez de fabricación soviética. También, gracias a Dios, sin consecuencias.

En lo que va de año, los artificieros austriacos han hecho 300 excursiones para desactivar chismes de la guerra mundial. Y no solo en zonas urbanas, sino también en bosques, zonas alpinas y lagos, en donde quedan muchos chismes dormidos esperando a despertar.

Pedro te lleva de aventuras Kopie

¿Has escuchado ya la segunda parte de la charla de Pedro? ¿No? !Y a qué esperas! Botánica, anécdotas, risas…En fin, que no te lo puedes perder.


Publicado

en

por

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.